NO ES UNA DERROTA SI ESTÁN EN EL PODER

        Se producen actos para intentar hacer visible una derrota del terrorismo que no está clara, como por ejemplo la destrucción de unas armas requisadas, tras 40 años de almacén. Actos donde nunca se nombra a ETA como banda terrorista. Los últimos tiempos han dejado al descubierto, más aún si cabe, la doblez de mercachifle persa que gastan los políticos que están a los mandos de la nación.


Imaginen que se hubiese producido un vodevil como este:

Se organiza un acto hollywoodiense con lona extendida sobre el firme, altos cargos sentaditos formando un semicírculo cual teatro romano, con mascarillas correspondientes, y una apisonadora conducida por Pepe Luís, el operario de turno.

A una señal disimulada, de un ministro provisto para la ocasión, se alza la lona de forma histriónica típica de un teatrillo de marionetas y descubren un montón de chatarra oxidada. El ministro al comprobar que el acto se encuentra en punto muerto dice levantándose la mascarilla ffp2: “Pepe Luís ¡tírale!”; y allá va nuestro Pepe Luís con marcha bamboleante de su apisonadora, último modelo o recién pintada, chirriando sobre cascotes rojizos de óxido y pensando “hay que ver para la chorrada que me han jodido a mí el almuerzo hoy”.

Pepe Luís no da una, ni dos, si no tres vueltas sobre chatarra anquilosada con su elefante mecánico mientras sigue pensando en su bocadillo de panceta chorreante que le ha preparado Filomena, su señora, antes de irse al trabajo, y si no llega a ponerse el ministro braceando como una cheerleader delante de la máquina ni se da cuenta que se han terminado los cascotes metálicos y hubiese seguido hasta Móstoles con su apisonadora y pensando en el refrigerio emparedado.

Sube el “presi” a una pequeña tarima a soltar su perorata de graznidos melifluos que tienen que engullir los presentes de forma resignada. Suerte que las mascarillas disimulan los bostezos. La frase de Pedro “Todavía nos llega el eco del dolor de las víctimas" hace dar un respingo a la presidenta de la AVT en su silla y ni corta ni perezosa, al terminar la pantomima obscena del político le espeta a este y al ministrillo "Esas armas son las que han empuñado los que cada viernes acercas a sus casas", mientras, observa como el “presi” mantiene una mirada perdida en el horizonte y le dice de forma mecánica “le concederé una audiencia conmigo mismo ,no se preocupe” igual que Groucho Marx decía “que me traigan un niño de 4 años”.

El ministrín se marca una “despedida a la francesa” porque tiene reunión con Aizpurua para terminar de recortar unos flecos. Parece que los hombres de paz etarras del tiro en la nuca que hay que acercar esta semana exigen celdas con vistas al Cantábrico y acceso 4 tardes en semana al frontón de su pueblo para ejercitar los músculos. ¡Hay que ver que exquisitos se ponen los señoritos de la bomba lapa!

Pedro se despide cual Nixon aventando las manos y se dirige raudo al coche oficial camino del Falcon, que espera al ralentí en la pista más cercana para darse una vuelta por sus dominios.

¿Y Pepe Luís?, su encargado le dice que está acarajotado, que casi pilla al ministro, que se va a enterar cuando lleguen a la base. Pepe Luís piensa “si estuviéramos en el MOPU de antes me ibas a hablar tu a mí así, soplagaitas” mientras va acariciando su tartera, donde siente el calorcillo del bocata que le ha hecho Filomena con todo su amor.

Cicerón el Escéptico






Comentarios

Entradas populares de este blog

LOS BUFONES DE LA CORTE.

NO TENDRÁS NADA Y… ¿SERÁS FELIZ?

NUEVO MITO O CÓMO USAR UN CUENTO CHINO.